Por qué la oposición tiene todas las de perder

– Para nadie es un secreto que la población ha dejado de creer en los políticos y de creer en una institución tan importante como lo es el Congreso. Y por eso nos hemos unido para presentar esta planilla de unidad, a través de una agenda común que vamos a construir todos, porque no agenda de partido ni personal, es para todos los guatemaltecos, dijo Luis Fernando Montenegro sobre los planes de la nueva Junta Directiva.

Luis Fernando Montenegro, expresidente del Cacif y de Anacafé, es del bloque de 6 diputados de Encuentro por Guatemala, de la diputada Nineth Montenegro, quien lució poco optimista en la conferencia de prensa.

En cuentas resumidas, la planilla del Pacto de Corruptos busca profundizar la lucha contra la CICIG y la planilla de la unidad busca apoyar en la lucha contra la corrupción. En Guatemala se conoce como Pacto de Corruptos a la aprobación de dos leyes el 14 de septiembre de 2017, cuando los diputados intentaron que 400 delitos (incluidos los de corrupción) no tuvieran prisión directa sino fueran conmutables. Además, intentaron que la responsabilidad sobre el financiamiento electoral recayera no sobre los políticos sino sobre los contadores. La Corte de Constitucionalidad y la ciudadanía impidió que se aplicaran.

La ventana de oportunidad para los opositores existe gracias a que la Corte de Constitucionalidad declaró ilegal la Junta Directiva de Arzú Escobar por haber incluido como tercera vicepresidenta a una diputada, Alejandra Carrillo, de MR y ex PP, quien renunció a su partido después de que la ley orgánica del Congreso prohibiera que los diputados tránsfugas integraran las Juntas Directivas.

Esto permitió a los opositores lograr un hito que no habían alcanzado en diciembre: presentar una planilla alternativa, de 9 integrantes. O bueno, casi, porque uno de los 9, el diputado Juan José Porras, exdirectivo de la Cámara de Industria, exdiputado del PP y ahora del partido Viva, canceló a último momento su participación como candidato a tercer vicepresidente.

Los 8 de 9 candidatos a ser parte de la Junta Directiva. Desde la izquierda, Eduardo Zachrisson (PAN), Edgar Reyes Lee (UNE), Andrea Villagrán (Todos), Walter Félix (URNG, de pie), Luis Fernando Montenegro (EG), Óscar Argueta (UNE), Carlos Chavarría (Creo) y Ranferí Montúfar (EG).

Así que ahora tienen la tercera vicepresidencia del Congreso para ofrecerla algún otro bloque que se arrepienta, como la planilla del Pacto de Corruptos.

El primero arrepentido que aceptó el salvavidas fue la UNE, que asegura que aportará sus 29 votos, el 60 por ciento de los que tiene ahora la planilla. Y no dudó en ejercer su derecho de picaporte; tiene la primera vicepresidencia, con Oscar Argueta, y una secretaría, con Edgar Reyes Lee.

Otro arrepentido, Eduardo Zachrisson, del derechista PAN, también tendrá un lugar en la planilla, en una de las secretarías.

La ‘planilla de unidad’ podría alcanzar otros 9 votos que se opusieron a Arzú (1 de MR, 1 de Viva, 1 de UCN y 5 independientes) y llegar a 57, pero estaría todavía 23 votos lejos de los 80 mínimos.

Y tendría que lograr esos votos entre 14 diputados de Todos, cuyo líder Felipe Alejos fue antejuiciado esta semana por el MP y la CICIG por el caso Traficantes de influencias en la SAT. Alejos, envalentonado desde los canales de Ángel González, siguió a Jimmy Morales y el alcalde Alvaro Arzú y declaró la guerra al MP y a la CICIG.

O entre 17 votos de MR, cuya líder Alejandra Carrillo acaba de ser defenestrada por la CC.

Es decir, tendría que lograr que 74%, tres de cada cuatro diputados, de Todos y MR, se arrepintieran y votaran por ellos. O que más bien decidieran estratégicamente darles el control de la Directiva sin tener el control del pleno.

Los aliados de Jimmy Morales, Arzú y Alejos, en cambio, tienen que lograr mantener el apoyo de 80 votos, sólo evitar que 14%, 12 diputados, no se arrepientan y vuelvan a elegir una planilla que los incluya a todos, menos a Alejandra Carillo. Es decir, mantener a los de Todos y lograr que 5 de 17 diputados de MR se pongan de acuerdo en escoger a un tercer vicepresidente que los represente.

Los aliados del Pacto de Corruptos tienen todas las de ganar y ampliar la mini-presidencia de Arzú Escobar.

La única ventaja, mínima, que tienen los opositores es que la Corte de Constitucionalidad ordenó que se aplique una norma por la cual en este vacío de Junta Directiva quienes presidan las sesiones sean los diputados más antiguos. Y ahí hay tres que no votaron por Arzú Escobar: Nineth Montenegro, Mario Taracena (UNE) y Oliverio García Rodas (independiente), pero también está Iván Arévalo (MR), quien acaba de ver cómo enviaron a prisión a su compañero de mil batallas desde el FRG y el PP: Arístides Crespo.

La batalla por el Congreso sigue cuestarriba.