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El cine de Dennis Villenueve y dos postres raros

La comida y el cine van de la mano. Más si pueden dar lugar a combinaciones extrañas. Como éstas.

Gastro Opinión P369
Esta es una opinión

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El espíritu aventurero es el motor de grandes satisfacciones. Nos lleva a que busquemos siempre cosas nuevas, o aristas nuevas en lo viejo, que hacen que la vida se enriquezca permanentemente.

Y si a eso se le agrega una curiosidad apasionada por llegar al fondo de las cosas, jamás tendremos una vida aburrida, sino una llena de pequeños intereses especiales para nosotros. Hoy quisiera compartir con ustedes dos especiales para este aventurero, curioso y reflexivo amigo.

Dennis Villenueve es un director canadiense que me enganchó totalmente al hacer una de esas películas que se te meten en la mente, te dan vueltas, no la entiendes al principio y a la segunda o tercer noche de estar soñando con ella, algo en tu cabeza encaja y te hace decir “¡Que cabrón!”. Para mí, “Enemy”, aunque aparentemente es una adaptación extraña de “El hombre duplicado” de Saramago, es un retrato de la crisis de la mediana edad de un hombre. Tiene el final más desconcertante y brillante que he visto en mucho tiempo. Y sí, la película es mejor que el libro en esta rara ocasión.

Helado de aceite de oliva y sal

¡Pues comerse un helado con sal negra y aceite de oliva es tan desconcertante como ese final! Pueden hacerlo luego de una excelente comida en ese pequeño y encantador bistró francés que se llama Héctors, al costado de la Merced en La Antigua. Como me dijo el gran amigo dueño del lugar la primera vez que lo probé: lo amas o lo odias, pero no te deja indiferente. A mí me dejó tan intrigado como “Enemy”: lo comí, no lo entendí, se me quedó dando vueltas en la cabeza y al tercer día estaba deseando ir a La Antigua para comerlo nuevamente. El maridaje fue perfecto: la textura cremosa del helado, la grumosa de la sal, la dura de la corteza de la fresa, todas combinadas con lo untuoso del aceite de oliva. El balance también: la fresa dulce, la vainilla láctea, el aceite amargo, la hoja fresca de la fresa y la sal mineral… ¡Delicioso! (Por cierto, tienen una crepa de peras al vino con queso que es capaz de cambiar el peor día en algo bastante más soportable, o un buen día en uno excelente, en el mismo Héctors que está cerca de El Obelisco.)

La segunda película (que aún debe estar en cartelera), es una combinación de muchos elementos. Una obra de arte que, tras la excusa de extraterrestres cuyo lenguaje debe ser descifrado, nos hace pensar acerca de qué es el tiempo y cómo el lenguaje nos condiciona. Otro brillante final que me hizo entender por qué Nietzsche se definía como filólogo y no como filósofo. También es una combinación de muchos elementos fotográficos, de diálogo y teorías que están allí para ser mezcladas, recibidas y comprendidas por el espectador atento y despierto.

Y es que hacer helados de sabores raros está bien y puede ser el inicio de la curiosidad por helados extraños. Pero si realmente se desea profundizar en combinaciones exóticas, hechas con inteligencia y maestría, tienen que probar los helados que el chef, escritor y pintor, Alex, vende en su local de Sobremesa, en La Antigua, cerca del Citibank en la esquina del parque.

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Combinar amarula y maracuyá, o higos con wasabi, o chocolate con chiles cobaneros, o hacer uno de red velvet cake, no digamos meterle tabaco a un helado me recuerda a la cantidad de elementos entremezclados en “Arrival”. Están allí para ser conocidos, descifrados y hay pocas cosas más deliciosas qué comprar con Q20. Los helados se hacen frescos todos los días, así que no se enojen si cuando lleguen ya se acabaron. Mejor regresen otro día y recuerden que lo que más cuesta, más se disfruta. Ya mordí la cucharita de plástico esperando eternizar muchos de esos sabores distintos y tengo entre mis pequeños placeres probar uno nuevo cada vez que voy a sentarme al parque. No teman probar el helado de doble secreto, es delicioso aunque les lleve varias visitas descifrarlo, y por favor no insistan que no les van a decir que lleva, ni yo tampoco.

Sólo me queda decir: ya quiero ver la dirección que Villenueve haga del remake de esa obra de arte que es Blade Runner. Usando una frase de la película, sé que será: ¡Como lágrimas en la lluvia!

Y si saben de postres exóticos, espero sus comentarios para irlos a probar. Esto es un diálogo y están cordialmente invitados.

Fito Andolini
/

Ni ingeniero por imitación, ni empresario por necesidad, ni hombre de familia por amor a mis mujeres, ni católico por cuestionador, ni crossfitero por masoquista, ni lector voraz por salud mental, ni bravo por catarsis, ni foodie por puro gusto, ni antigüeño adoptado por decisión propia, sino intentador de equilibrar todo eso en una sola vida para ser feliz.


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COMENTARIOS

RESPUESTAS

    Luis /

    22/02/2017 6:22 PM

    Hacer una comparación tipo "Enemy" con un helado, genera un sentimiento de intregación total de la técnica, y lo que comprometen en su búsqueda de experiencia y heredarla, o bien podría ser una sobre estimación de la conceptualización, pero al final si el tema central para mí en "Enemy" es la teoría del caos, y el orden en otras dimenciones podría ser que un helado contradictorio, es bello en el caos, por ya pertenecer a otro estrato de expresión o de dimención. Mejor me quedo en espera de otro "satori" de cualquier expresión que venga.
    Y que bueno generar ese tipo de diálogos y enterarse de personas que les gusta el buen cine. Del mismo director vale mucho la pena ver en su tren de la tragedia "Incidies", saludos.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

      Luis /

      22/02/2017 6:29 PM

      Incedies*

      ¡Ay no!

      ¡Nítido!

    Alexander Ferrar /

    10/02/2017 2:13 PM

    Muchimas gracias por sus palabras amables!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Pedro Camposeco /

    09/02/2017 8:35 AM

    Interesante análisis , la verdad que uno aveces no aventura en probar otras experiencias culinarias gracias por tus recomendaciones Mr. Andolino

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Elina /

    09/02/2017 7:40 AM

    Gracias por tan intrigantes recomendaciones Fito. Me gusta mucho leerlo! Ya pensaremos que postre exótico recomendarle.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    Beto Haeussler /

    09/02/2017 7:37 AM

    Las obras de arte no solo estan expuestas o colgadas, pienso que en la comida tambien hay genios y con este articulo me imagino los sabores como lo hacia Remi en la pelicula de Ratatouille y los quiero ir a probar tambien...

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    José Solórzano /

    09/02/2017 6:55 AM

    Me hizo pensar que no existen malas combinaciones de colores si se toma el tiempo y la dedicación de encontrar el tono adecuado; ni rosa es de niñas ni azul es de niños, es vainilla con aceite y sal negra. En el fondo de las cosas, como dice Don Fito, al pensar y vivir fuera de los esquemas es donde se logran las cosas que valen la pena. De lo mismo ya estamos llenos y no queremos para llevar.
    Gracias. Como siempre, un placer leerlo.

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!

    I Mazariegos /

    08/02/2017 10:36 PM

    Ya quiero ir a la Antigua, quiero probarlo todo, serán varias veces y ni que decir de las recomendaciones de cine, me encanto el articulo!

    ¡Ay no!

    ¡Nítido!



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