Belén Marco
Me llamo Belén. Estudié género y ahora diseño. Nací en Valencia, pero viví en Guate, Ecuador y Estados Unidos. Me considero una mujer liberada e intento hacer caso omiso de las presiones sociales que como mujer coartan mi libertad, mi espíritu nomádico y curiosón. Nado a contracorriente y encuentro cómplices en el camino.


Mis descubrimientos sobre sexo a partir de hablar con una vendedora de juguetes sexuales
Belén Marco / 6 abril, 2018
¿Qué esperaba el entrevistador? ¿Que le dijera: depravados, curas y putas, señor periodista?

Qué aprendí hablando de amor, sexo y feminismo con adolescentes
Belén Marco / 16 febrero, 2018
El agosto pasado enseñé fotografía a un grupo de niñas adolescentes diagnósticadas con enfermedades mentales en un pueblo de Ohio en Estados Unidos. Hicimos muchas fotos. Intercambiamos historias. Lloramos en clase. Deconstruimos el patriarcado. También nos abrazamos mucho. El proceso fue transformador. Cada vez tengo más claro que a las jóvenes y los jóvenes les falta aprender a quererse. Y también que no es su culpa no saber hacerlo.

¿Micro-infidelidades?
Belén Marco / 19 enero, 2018
Esta semana me he topado con el término micro-infidelidad por primera vez. Leo un artículo cuyo titular dice: “micro-infidelidad: el nuevo tipo de infidelidad que probablemente cometes sin saberlo”. Mmm… ¿cómo así?

Hablemos de sexo menstrual, baby
Belén Marco / 17 noviembre, 2017
Que las mujeres tengamos la regla es algo tan común como respirar. Hay que normalizar lo que es un proceso natural del cuerpo femenino. Hablemos de intercambio de fluidos. Hablemos de romper con estereotipos. Hablemos de líbido. Hablemos de sexo menstrual. Pero hablemos. Porque la única manera de desarticular un tabú es hablando de él y cuestionando su vigencia.

Sexo anal (para quienes se atreven a preguntar)
Belén Marco / 12 octubre, 2017
Ahí estábamos todos oyendo las preguntas anónimas de 150 adolescentes en el foro Sexo para nuevos que organizamos en Nómada y de repente llegó una: ¿El sexo anal es bueno o es malo? Silencio en la sala, caras de incomodidad y alguna respuesta. Aquí va la mía.

Nunca busqué novio y así me siento sexy
Belén Marco / 18 agosto, 2017
Desde adolescente, y ya más entrada en la adultez, nunca pensé en tener novio, y mucho menos en la idea de casarme. A diferencia de otras chicas de mi edad que salían regularmente y se arreglaban sexy para salir a conquistar y gustar a los chicos, yo era más del tipo salir sin buscar, sin esperar. Eso de tener novio era lo normal en el pequeño pueblo de provincia en el que crecí, donde la mayoría de gente estaba muy interesada en encontrar a alguien ‘o te quedarás sola’. Para una chica de pueblo como yo, lo que tocaba era tener novio, para luego pensar en casarse, y eventualmente, sentar cabeza.

Si tengo 30 y él tiene 20, ¿deberíamos tener sexo?
Belén Marco / 1 agosto, 2017
Era un audio en whatsapp de mi mejor amiga. Y no podía dejar de reir y de emocionarme. Era una narración de su último affaire. Está saliendo con un chavo que es diez años menor que ella, y la está haciendo literalmente polvo (en el buen sentido). En su mensaje se justifica todo el tiempo, como si de alguna manera yo la fuera a juzgar por el hecho de que él es mucho más joven que ella. Le respondo que deje de lado los tabúes y prejuicios sobre este tipo de relaciones (mujer madura con hombre joven), que se lo coma feliz, que el romance es eterno mientras dura y hay que aprovecharlo.

Preámbulo sexy para un súper polvo
Belén Marco / 30 junio, 2017
Me acorrala entre las sábanas. Le quito los pantalones mientras me besuquea. Me mete mano y me toca los pechos (que están más fáciles de acariciar porque no me puse sujetador). Se pone cachondo. Me quita la blusa y empieza a mordisquearme los pezones. Me agarra fuerte las manos. Forcejeamos. Quiere besarme y finjo resistencia. Lo dejo ganar. Sus manos siguen apretando fuerte las mías, mi capacidad de maniobra es un tanto limitada. Pero en este momento me gusta, y él lo sabe. Me susurra al oído que me quiere comer entera. Llevamos más de diez minutos jugando. Y las ganas de que me penetre se acumulan con cada minuto que pasa.
